Ofrecimiento de flores espirituales ♦♦♦♦♦♦ Reflexionar en los principales misterios de la vida de María ♦♦♦♦♦♦ Recordar las apariciones de la Virgen ♦♦♦♦♦♦ Meditar en los cuatro dogmas sobre la Virgen María (Inmaculada Concepción, Maternidad divina, Perpetua virginidad y Asunción al Cielo) ♦♦♦♦♦♦ Recordar y honrar a María como Madre de todos los hombres ♦♦♦♦♦♦ Reflexionar en las principales virtudes de la Virgen ♦♦♦♦♦♦ Vivir una devoción real y verdadera a María (Mirar a María como a una madre, demostrarle nuestro cariño, confiar plenamente en Ella, imitar sus virtudes) ♦♦♦♦♦♦ Rezar en familia las oraciones especialmente dedicadas a María ♦♦♦♦♦♦ Cantar las canciones dedicadas a María

ECOS DE FÁTIMA 07


3ª APARICIÓN DE NUESTRA SEÑORA

(13 julio 1917, Cova de Iría)







“Sacrificaos por los pecadores, y decid muchas veces, sobre todo cuando hagáis un sacrificio : oh Jesús, es por tu amor, por la conversión de los pecadores y en reparación a los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María”

A todas las peticiones que le hacen los pastorcitos a la Señora de parte de la gente de los lugares vecinos, Ella siempre les da la solución para todos de rezar el Rosario en familia. Cuántos problemas y desavenencias familiares se despejarían si se rezase todos los días el Rosario en todas las familias (“La familia que reza unida, permanece unida”)

En esta aparición, la Virgen les va a hacer partícipes de unas visiones que forman parte de lo que conocemos como “el Secreto del Mensaje”. En principio se desvelaron sólo dos partes del secreto, ya que la tercera -de la que era depositaria Lucía- se desveló hace pocos años por petición expresa del Santo Padre Juan Pablo II, consciente de no existir ya ningún impedimento para darlo a conocer públicamente.

La primera parte del secreto consiste en la visión que tuvieron sobre el infierno. A través de ella, los pastorcitos adquirieron una conciencia aún mayor de la suerte que corrían las almas que se condenaban irremediablemente a causa del pecado.

En la segunda parte del secreto reciben el anuncio del castigo que sufren los que se condenan a sí mismos y de los medios para evitarlo.

En este momento la Señora pide expresamente la consagración de Rusia y la devoción de los primeros sábados reparadores. Se verá más tarde que los problemas políticos siguen azotando a Oriente a pesar de la consagración que cumplen, porque no se hizo como la Virgen había pedido, y hasta que todos los países no lo hacen obedeciendo las instrucciones del Papa Juan Pablo II no obtienen la paz. La Señora no estaba conforme con la forma en que lo habían hecho. El mal cesa cuando se hace a su total agrado.

“Cuando vean una noche muy iluminada es que Dios va a castigar al mundo por sus crímenes.” El 25 de enero de 1938 sucede un fenómeno astronómico fuera de lo común con estas mismas características, pero la población y los expertos se lo tomaron como una aurora boreal. Cuando estalla la Segunda Guerra Mundial y con el tiempo se conoce este presagio anunciado por la Virgen, se comprende claramente que era el signo que Ella misma había predicho como inicio del castigo divino al mundo por causa del pecado desenfrenado.

“Cuando recéis el Rosario, diréis, después de cada misterio: ¡Oh Jesus mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno, lleva todas las almas al cielo, principalmente las más necesitadas!”. Es una bonita costumbre añadirlo al final de cada Misterio que rezamos, cuesta poco y es un gesto de Misericordia con aquellos que más lo puedan necesitar.

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