Ofrecimiento de flores espirituales ♦♦♦♦♦♦ Reflexionar en los principales misterios de la vida de María ♦♦♦♦♦♦ Recordar las apariciones de la Virgen ♦♦♦♦♦♦ Meditar en los cuatro dogmas sobre la Virgen María (Inmaculada Concepción, Maternidad divina, Perpetua virginidad y Asunción al Cielo) ♦♦♦♦♦♦ Recordar y honrar a María como Madre de todos los hombres ♦♦♦♦♦♦ Reflexionar en las principales virtudes de la Virgen ♦♦♦♦♦♦ Vivir una devoción real y verdadera a María (Mirar a María como a una madre, demostrarle nuestro cariño, confiar plenamente en Ella, imitar sus virtudes) ♦♦♦♦♦♦ Rezar en familia las oraciones especialmente dedicadas a María ♦♦♦♦♦♦ Cantar las canciones dedicadas a María

¿Tuvo la Virgen María dolores de parto?

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La Virginidad perpetua de María enuncia que fue virgen antes, durante y después del parto. Si bien el dogma no define que María Santísima diese a luz sin dolor, se puede deducir que al ser un parto virginal, dejó su cuerpo intacto y no hubo dolores de parto.
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El dolor de la parturienta se produce por la apertura de las vías por las que sale la criatura. Pero Cristo salió del seno materno cerrado, y de este modo no se dio allí ninguna apertura de las vías. Por tal motivo no existió dolor alguno en aquel parto, como tampoco hubo corrupción de ninguna clase; se dio, en cambio, la máxima alegría porque había nacido en el mundo el Hombre-Dios, según palabras de Is. 35,1-2: “Florecerá sin duda como un lirio, y exultará gozosa y llena de alabanzas”.
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- Padres y Doctores de la Iglesia enseñaron que la Virgen María no sufrió dolores de parto :
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Dice San Agustín (Sermón De Nativitate), hablando a la Virgen Madre: “Ni en la concepción se alejó de ti el pudor, ni en tu alumbramiento se hizo presente el dolor”.
Santo Tomás de Aquino enseña que María dio a luz sin dolor (Summa Theologica, III parte, cuestión 35, artículo 6).
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Aquí recojo las objeciones que ponen algunos por las que dicen que Cristo no nació sin dolor por parte de su madre y doy la respuesta correspondiente a cada argumento :
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1-. El parto con dolor es el castigo impuesto a Eva y a sus hijas por el pecado cometido. (Gen. 3,16)
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ARGUMENTO OPUESTO :
Así como la muerte de los hombres fue una consecuencia del pecado de los primeros padres, “El día que comiereis, ciertamente moriréis” (Gen 2,17), así también lo es el dolor del parto “Tantas haré tus fatigas cuantos sean tus embarazos: con dolor parirás los hijos” (Gen. 3,16). Ahora bien, Cristo quiso sufrir la muerte. Luego parece que, por el mismo motivo, su alumbramiento debió producirse con dolor.
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RESPUESTA : La Virgen María fue preservada de pecado original y jamás pecó (La Inmaculada Concepción de María), por lo tanto no tendría dolores de parto ya que estos son consecuencia del pecado. El dolor del parto en la mujer es consecuencia de la unión carnal con el varón. De donde después de haber dicho “parirás con dolor”, se añade “y estarás bajo el dominio del varón”. Pero, como dice S. Agustín (Sermón “De Assumptione Beatae Virginis”'), de tal sentencia debemos excluir a la Virgen Madre de Dios, la cual, “por haber concebido a Cristo sin la coluvie del pecado y sin el menoscabo de la unión con el varón, engendró sin dolor, sin violación de su integridad y permaneciendo intacto el pudor de su virginidad”. Cristo en verdad asumió la muerte pero por su propio deseo espontáneo, para satisfacer por nosotros, no como por necesidad emanada de aquella sentencia, porque El no era deudor de la muerte.
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2-. María “dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre” (Lc. 2,7)
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ARGUMENTO OPUESTO : En el libro De Ortu Salvatoris se cuenta que al nacimiento de Cristo asistieron las parteras, que parecen necesarias para la parturienta a causa del dolor. Luego parece que la Santísima Virgen dio a luz con dolor.
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RESPUESTA : Estos actos normalmente ocurren inmediatamente después del nacimiento y es difícil que María pudiese hacerlo si hubiese sufrido los dolores y la debilidad normales de un parto. En Lc 2,7 se narra que la propia Santísima Virgen envolvió en pañales y colocó en el pesebre al Niño que acababa de dar a luz. Y con esto queda demostrado que la narración de ese libro (De Ortu Salvatoris), que es apócrifo, es falsa. De donde dice Jerónimo en su Contra (Adv. Helvid IV) : “No hubo allí partera alguna, ni se hizo presente diligencia alguna de mujercillas. María fue la madre y fue la partera. “Envolvió al Niño en pañales”, dice, “y lo colocó en el pesebre” ... Estas palabras ponen de manifiesto los disparates de los apócrifos.
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3-. Cristo muriendo destruyó nuestra muerte (2 Tim. 1, 10)
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ARGUMENTO OPUESTO : El fin concuerda con el principio. Pero el fin de la vida de Cristo se produjo con dolor, según Is. 53,4: “cargó con nuestros dolores”. Luego parece que también en su nacimiento debió existir el dolor del parto…
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RESPUESTA : Como Cristo muriendo destruyó nuestra muerte (2 Tim 1,10), así con su sufrimiento nos libró a nosotros de los dolores; y por este motivo quiso morir con dolor. Pero el dolor de la madre en su alumbramiento no pertenecía a Cristo, que venía a satisfacer por nuestros pecados. Y por eso no fue necesario que su madre le diera a luz con dolor.

¿Qué es consagrarse a María?

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. Consagrarse a María significa ponernos en sus manos, a su servicio y disposición. Y Ella nos guiará hacia Jesús.
. Consagrarnos a Ella significa dejarse llevar sin condiciones, sabiendo que Ella conoce mejor el camino y que podemos dormir tranquilos en sus brazos de madre.
. Consagrarse a María significa vivir permanentemente en su Inmaculado Corazón, dentro del Corazón divino de Jesús. Es dejar que Ella actúe por medio de nosotros. Es como prestarle nuestra lengua para que hable por nosotros y nuestro corazón para que ame a los demás por nuestro medio. En una palabra, es vivir en unión total con María para que podamos llegar a decir: Ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mí por medio de María. Por eso, un consagrado a María debe confiar plenamente en Ella y dejarse llevar por Ella sin condiciones.
. Todos sabemos que el lema del escudo del Papa Juan Pablo II era Totus tuus (todo tuyo); palabras colocadas debajo del anagrama de María. Él aprendió a consagrarse a María en los escritos de san Luis María Grignion de Montfort. Este santo propone, como el camino más rápido para llegar a la santidad y como un secreto para los más esforzados, el consagrarse a María como esclavos, es decir, entregarnos totalmente a Ella, para que por medio de Ella seamos totalmente de Jesús.
. Esta doctrina de la esclavitud mariana, que a algunos parece un poco trasnochada, no lo está, porque entregarnos y consagrarnos a María, siempre será el mejor medio para vivir enteramente con Jesús, en Jesús y para Jesús. Decía el Papa Juan Pablo II:
. “El acto de consagración en la situación de esclavitud indica una dependencia singular y una confianza sin límites. En este sentido, la esclavitud, la no libertad, expresa la plenitud de la libertad, de la misma manera que el Evangelio habla de la necesidad de perder la vida para encontrarla en su plenitud” .
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Esta doctrina de la consagración total a María, es una doctrina tan elevada y maravillosa que el diablo no quería que se publicara. Cuando san Luis María Grignion de Montfort escribió su libro Tratado de la verdadera devoción a la Santísima Virgen, profetizó, inspirado por Dios, que el demonio haría todo lo posible para destruir este escrito. Dice así:
. “Preveo claramente que muchas bestias rugientes llegan furiosas a destrozar con sus diabólicos dientes este humilde escrito y a aquel de quien el Espíritu Santo se ha servido para redactarlo, o sepultar al menos estas líneas en las tinieblas o en el silencio de un cofre a fin de que no sea publicado. Atacarán incluso a quienes lo lean y pongan en práctica”.
. Eso fue precisamente lo que sucedió en la realidad, pues el manuscrito quedó escondido en un cofre durante los días difíciles de la Revolución Francesa. Un misionero lo encontró en 1842. Pero faltaban unas 96 páginas al comienzo y no se sabe cuántas al final. Sin embargo, la providencia de Dios quiso que se conservara lo esencial de la obra, donde se habla de la esclavitud mariana para gloria de Dios y santificación de las almas.
. Por eso, nosotros podríamos suscribir las palabras de este gran santo que dice :
. “Todos los días, del uno al otro confín de la tierra, en lo más alto del cielo y en lo más profundo de los abismos, todo pregona y exalta a la admirable María... Toda la tierra está llena de su gloria, particularmente entre los cristianos, que la han escogido por tutela y patrona de varias naciones, provincias, diócesis y ciudades. ¡Cuántas catedrales no se hallan consagradas bajo su advocación! No hay iglesia sin un altar en su honor, ni comarca ni región donde no se dé culto a alguna de sus imágenes milagrosas, donde se cura toda suerte de enfermedades y se obtiene toda clase de bienes…"
Es, por tanto, justo y necesario repetir con los santos:
“María no ha sido aún alabada, ensalzada, honrada y servida como se debe. Merece aún mejores alabanzas, respeto, amor y servicio”.
. "El corazón me ha dictado cuanto acabo de escribir con alegría particular para demostrar que la Llena de Gracia ha permanecido hasta ahora poco amada y que ésta es una de las razones de que Jesucristo no sea todavía conocido como debe serlo. De modo que, si el conocimiento y el reinado de Jesucristo debe extenderse en el mundo, como ciertamente sucederá, esto sucederá como consecuencia necesaria del conocimiento y reinado de la Santísima Virgen. Quien lo trajo al mundo la primera vez, lo hará resplandecer también en la segunda.
. Ahora bien, no solamente podemos consagrarnos nosotros personalmente a María. También es muy importante que consagremos a nuestros seres más queridos y a otras personas o sus trabajos y cosas importantes. Consagrarlos es como ponerlos bajo el manto de María para que Ella los cuide y proteja con una especial protección. Por eso, es muy hermoso, cuando las madres consagran a su hijos al nacer."
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Este gran santo recomienda, para asimilar y vivir cada día más intensamente nuestra consagración, repetir continuamente:
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Soy todo tuyo, Reina mía, Madre mía

y cuanto tengo tuyo es
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Es importante repetir ésta u otra fórmula de consagración diariamente para asimilarla más y más cada día, pues llegar a ser totalmente de María y de Jesús es un proceso de toda la vida.
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. In Ea, TOTUS TUUS!

Algunas fórmulas de consagración conocidas :

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Oh, María, Madre mía,

yo me consagro del todo a Tí

y en prueba de mi filial afecto,

te consagro en este día

mis ojos, mis oídos,

mi lengua, mi corazón,

en una palabra, todo mi ser

y ya que soy todo tuyo,

Oh Madre de bondad,

guárdame y defiéndeme

como a cosa y posesión tuya.

Amén.
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¡Oh Señora y Madre mía!

Con filial cariño vengo

a ofrecerte en este día

cuanto soy y cuanto tengo.


Mi boca para cantarte,

mi voz para bendecirte,

mi corazón para amarte,

mi vida para servirte.


Acepta, Madre, este don,

que te ofrenda mi cariño,

y guárdame como a un niño

cerca de tu Corazón.

Que nunca sea traidor

al amor que hoy me enajena

y que desprecie sin pena

los halagos de otro amor.


Que, aunque el dolor me taladre

y haga de mí un crucifijo,

que yo sepa ser tu hijo

y sienta que eres mi Madre.


En la dicha, en la aflicción,

en la pena, en la alegría,

¡mírame con compasión,

no me dejes, Madre mía!

Consagraciones a la Virgen María

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Se podría afirmar que no hay santo en la Historia de la Iglesia que no se haya consagrado a la Virgen en algún momento de su vida, y por lo tanto podemos deducir así mismo que todas las “luces” y “gracias” necesarias para alcanzar la santidad las han recibido por su maternal intercesión.
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Por eso hoy te invito a escoger -independientemente de tu situación, necesidad o estado de vida- la consagración que más te agrade.
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Y un consejo... No esperes a mañana para recurrir ante Ella, porque al ser la OMNIPOTENCIA SUPLICANTE es así mismo la MADRE DE TODAS LAS GRACIAS.
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Como deduce tan bellamente San Bernardo en sus Sermones sobre la Virgen María, qué mejor camino para "devolver" al Señor un poco de nuestro pobre amor que utilizar la misma vía, el mismo canal, por el que Él mismo quiso entregar al hombre todo el Amor de un Dios : María.
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¿Y aún estamos devanándonos el cerebro para ver cómo y de qué manera entregamos nuestra vida al Señor?... ¿ALGUIEN NECESITA MÁS PISTAS???
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MUY IMPORTANTE : Al ser un blog que pretende ante todo fomentar esta FORMA DE VIDA, que no es otra que no saber VIVIR SIN ELLA, también sería bueno que todos podamos enriquecernos aportando al blog nuestro propio testimonio, tanto de cómo ha sido el proceso para llegar a una consagración total de la vida al Señor a través de Ella, como de las fórmulas tan bellas que se han podido usar por cada persona.
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Aquí iremos recogiendo las huellas a través del tiempo de aquellos que han sabido fiarse a través de la Historia, así como las diversas formas y fórmulas que utilizaron para hacerlo.
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- LA CONSAGRACIÓN MÁS ANTIGUA A LA VIRGEN MARÍA :
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Según estudios del P. Aldano, la fórmula más antigua, que primitivamente usaba Juan de Leunis es ésta:
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“Santísima Virgen y Madre de Dios, María, Yo, (...) te escojo por Señora, Abogada y Madre, y propongo firmemente servirte siempre en adelante y, en cuanto de mí dependa, procurar seas de todos fielmente servida. Asísteme en todas mis acciones y alcánzame gracias para que de tal manera, rija mis palabras, obras y pensamientos, que nunca ofendan tus ojos ni los de tu Santísimo Hijo”.
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-LA CONSAGRACIÓN MÁS FAMOSA A LA VIRGEN MARÍA :
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Conocida por “oración eficacísima”, sigue siendo la más usada hasta nuestros días. Su gran difusor y propagador fue el P. Zucchi :
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“¡Oh Señora mía, oh Madre mía!, Me ofrezco del todo a vos y en prueba de mi filial afecto, os consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón y todo mi ser. Ya que soy todo vuestro, Oh Madre de bondad, guardadme y defendedme como cosa y posesión vuestra”.
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Continuará . . .

Ofrecimiento al Corazón de Jesucristo

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________________________________San Claudio de la Colombière
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. Adorable y amable Corazón de Jesús, en reparación de tantos pecados e ingratitudes y para evitar que yo caiga en tal desgracia, te ofrezco mi corazón con todos los sentimientos de que es capaz y me entrego todo a Ti.
. Con la mayor sinceridad (al menos así lo espero) desde este momento deseo olvidarme de mí mismo y de cuanto pueda tener relación conmigo, para eliminar todo obstáculo que pueda impedirme entrar en tu Corazón divino que has tenido la bondad de abrirme y en el que ansío entrar junto con tus servidores más fieles, para vivir y morir invadido e inflamado por tu amor...
. Sagrado Corazón de Jesús, enséñame a olvidarme enteramente de mi, ya que éste es el único camino para entrar en Ti. Y puesto que cuanto haré en adelante será tuyo, haz que no realice nunca nada que no sea digno de Ti.
. Enséñame qué debo hacer para llegar a la pureza de tu amor, del que me has infundido tan gran deseo. Experimento una gran voluntad de complacerte, pero al mismo tiempo me veo en la imposibilidad de realizarlo sin tu luz especial y tu ayuda.
. Cumple en mí tu voluntad incluso contra mi querer.
. A Ti corresponde, Corazón divino de Jesús, cumplirlo todo en mí; y de este modo, si llego a santo, tuya será la gloria de mi santificación. Para mí esto es más claro que la luz del día, pero para Ti será una magnífica gloria. Sólo para esto deseo la perfección.
Amén.

Acto de Confianza en Dios

_____________________________________San Claudio de la Colombière
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. Dios mío, estoy tan persuadido de que veláis sobre todos los que en Vos esperan y de que nada puede faltar a quien de Vos aguarda toda las cosas, que he resuelto vivir en adelante sin cuidado alguno, descargando sobre Vos todas mis inquietudes. Mas yo dormiré en paz y descansaré; porque Tú ¡Oh Señor! Y sólo Tú, has asegurado mi esperanza.
. Los hombres pueden despojarme de los bienes y de la reputación; las enfermedades pueden quitarme las fuerzas y los medios de serviros; yo mismo puedo perder vuestra gracia por el pecado; pero no perderé mi esperanza; la conservaré hasta el último instante de mi vida y serán inútiles todos los esfuerzos de los demonios del infierno para arrancármela. Dormiré y descansaré en paz.
. Que otros esperen su felicidad de su riqueza o de sus talentos; que se apoyen sobre la inocencia de su vida, o sobre el rigor de su penitencia, o sobre el número de sus buenas obras, o sobre el fervor de sus oraciones. En cuanto a mí, Señor, toda mi confianza es mi confianza misma. Porque Tú, Señor, solo Tú, has asegurado mi esperanza.
. A nadie engañó esta confianza. Ninguno de los que han esperado en el Señor ha quedado frustrado en su confianza.
_ Por tanto, estoy seguro de que seré eternamente feliz, porque firmemente espero serlo y porque de Vos ¡oh Dios mío! Es de Quien lo espero. En Ti esperé , Señor, y jamás seré confundido.
. Bien conozco ¡ah! Demasiado lo conozco, que soy frágil e inconstante; sé cuanto pueden las tentaciones contra la virtud más firme; he visto caer los astros del cielo y las columnas del firmamento; pero nada de esto puede aterrarme. Mientras mantenga firme mi esperanza, me conservaré a cubierto de todas las calamidades; y estoy seguro de esperar siempre, porque espero igualmente esta invariable esperanza.
. En fin, estoy seguro de que no puedo esperar con exceso de Vos y de que conseguiré todo lo que hubiere esperado de Vos. Así, espero que me sostendréis en las más rápidas y resbaladizas pendientes, que me fortaleceréis contra los más violentos asaltos y que haréis triunfar mi flaqueza sobre mis más formidables enemigos. Espero que me amaréis siempre y que yo os amaré sin interrupción ; y para llevar de una vez toda mi esperanza tan lejos como puedo llevarla, os espero a Vos mismo de Vos mismo ¡oh Creador mío! Para el tiempo y para la eternidad.
Así sea.

Decálogo de un día feliz

___________________________________________________ Paco Cerro.
1. Hoy seré todo lo feliz que pueda.
2. No me llevaré más disgustos que los que no tenga más remedio.
3. No pensaré en aquellas cosas que dejan mi alma sin esperanza.
4. Lo veré todo como un regalo, que hay que saber descubrir.
5. Me convenceré de que la felicidad tiene mucho que ver con vivir con bondad de corazón.
6. Me reconciliaré con todas mis deficiencias.
7. Nunca me cargaré con aquello que no pueda soportar.
8. Aceptaré una por una mis limitaciones.
9. Sabré que mientras hay vida, hay esperanza.
10. Gustaré en cada momento los mejores instantes del día

Decálogo de la SERENIDAD

_________________________________________________Papa Juan XXIII.
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1. Sólo por hoy trataré de vivir exclusivamente el día, sin querer resolver el problema de mi vida todo de una vez.
2. Sólo por hoy tendré el máximo cuidado de mi aspecto: cortés en mis maneras, no criticaré a nadie y no pretenderé mejorar o disciplinar a nadie, sino a mí mismo.
3. Sólo por hoy seré feliz en la certeza de que he sido creado para la felicidad, no sólo en el otro mundo, sino en éste también.
4. Sólo por hoy me adaptaré a las circunstancias, sin pretender que las circunstancias se adapten todas a mis deseos.
5. Sólo por hoy dedicaré diez minutos de mi tiempo a una buena lectura; recordando que, como el alimento es necesario para la vida del cuerpo, así la buena lectura es necesaria para la vida del alma.
6. Sólo por hoy haré una buena acción y no lo diré a nadie.
7. Sólo por hoy haré por lo menos una cosa que no deseo hacer; y si me sintiere ofendido en mis sentimientos, procuraré que nadie se entere.
8. Sólo por hoy me haré un programa detallado. Quizá no lo cumpliré cabalmente, pero lo redactaré. Y me guardaré de dos calamidades: la prisa y la indecisión.
9. Sólo por hoy creeré firmemente – aunque las circunstancias demuestren lo contrario – que la buena providencia de Dios se ocupa de mí como si nadie existiera en el mundo.
10. Sólo por hoy no tendré temores. De manera particular no tendré miedo de gozar de lo que es bello y de creer en la bondad.

Reglas para una vida más fácil ...

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La vida sería tan fácil si todos tuviéramos siempre en cuenta estas sencillas reglas :

Si abriste, cierra.
Si encendiste, apaga.
Si conectaste, desconecta.
Si desordenaste, ordena.
Si ensuciaste, limpia.
Si rompiste, arregla.
Si no sabes arreglar, busca a quien sepa.
Si no sabes qué decir, cállate.
Si debes usar algo que no te pertenece, pide permiso.
Si te prestaron, devuelve.
Si no sabes cómo funciona, no toques.
Si es gratis, no lo desperdicies.
Si no es asunto tuyo, no te entrometas.
Si no sabes hacerlo mejor, no critiques.
Si no puedes ayudar, mejor no molestes.
Si prometiste, cumple.
Si ofendiste, discúlpate.
Si no sabes, no opines.
Si opinaste, hazte cargo.
Si algo te sirve, trátalo con cariño.
Y si no puedes hacer lo que quieres,trata de querer lo que haces.

"No te ahogues en un vaso de agua"

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APRENDE A REACCIONAR DE FORMA POSITIVA.
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- Pensamientos de Richard Carlson -
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1.- No sufras por pequeñeces
2.- Haz las paces con la imperfección (no centrarse en las cosas o aspectos negativos)
3.- Abandona la idea de que las personas dulces y relajadas no pueden ser grandes triunfadores
4.- Toma conciencia del efecto de bola de nieve de tus pensamientos
5.- Desarrolla el sentido de la compasión
6.- Recuerda que cuando mueras, tu "carpeta de cuestiones pendientes" no estará vacía
7.- No interrumpas a los demás ni acabes sus frases
8.- Haz algo bueno por otra persona... Y no se lo digas a nadie
9.- Deja que los demás se lleven la gloria
10.- Aprende a vivir el momento presente
11.- Imagina que todo el mundo es preclaro, excepto tú
12.- Permite que los demás tengan "razón" en la mayoría de las ocasiones
13.- Se más paciente
14.- Establece "periodos de práctica de la paciencia"
15.- Se el primero en actuar afectuosamente o tender la mano
16.- Plantéate la pregunta: ¿tendrá esto importancia dentro de un año?
17.- Ríndete al hecho de que la vida no es justa
18.- Permítete estar aburrid@
19.- Disminuye tu tolerancia para el estrés
20.- Una vez por semana escribe una carta cordial
21.- Imagínate que asistes a tu propio funeral
22.- Repite para ti mismo: "La vida no es una emergencia"
23.- Experimenta con tu "fuego lento"
24.- Dedica un momento cada día a pensar en alguien a quien darle las gracias
25.- Sonríe a los desconocidos, mírales a los ojos y salúdales
26.- Dedica un rato cada día al silencio
27.- Imagínate a las persona de tu vida como niños muy pequeños y como adultos de cien años de edad a la vez
28.- Procura comprender primero
29.- Aprende a escuchar
30.- Escoge tus batallas con sabiduría
31.- Toma conciencia de tus estados anímicos y no te dejes llevar de los momentos malos
32.- La vida es una prueba. Sólo es una prueba
33.- Los elogios y las acusaciones son lo mismo
34.- Practica actos de amabilidad espontáneos
35.- Mira más allá de lo que se ve a simple vista
36.- Aprende a ver la inocencia en las actitudes de los demás
37.- Siempre es preferible ser amable que tener razón

El Rosario, camino de oración ...

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REFLEXIONES SOBRE LA LECTURA DEL LIBRO

"El Rosario. Un camino hacia la oración incesante" de J. Lafrance

  • En cuanto a los que no han hecho la experiencia, que acepten no juzgar demasiado deprisa y se pongan a orar a la Virgen recitando con humildad el Rosario; no tardarán en experimentar la presencia de María en toda su vida. Pues esta es la paradoja que ha hecho nacer este libro: no hay ninguna proporción entre lo que podemos hacer: rezar sencillamente el Rosario - yo diría, recitarlo materialmente -, y lo que es una gracia del Espíritu: "que ella esté too el tiempo con nosotros".
  • Es un hecho de experiencia que cuando una persona reza el Rosario con confianza y perseverancia, pronto o tarde, siente nacer en su corazón la oración incesante del Espíritu.
  • Cuando no se puede hacer de la oración un asunto de calidad, dice Anthony Bloom, hay que hacer de ella un asunto de cantidad. Dios se encargará de darle forma; nosotros, encarguémonos de la materia. Poco importa que lo digamos bien o mal, que tengamos más o menos distracciones y que no sepamos ya donde estamos; desde el momento en que lo rezamos con María y en ella, estamos en el camino de la oración incesante.
  • Fue la Virgen la que obtuvo para los apóstoles en el Cenáculo la gracia de permanecer y perseverar en la oración, esperando la venida del Espíritu Santo. Es hacia ella donde tenemos que volvernos hoy para obtener el don de la súplica continua.
  • Pero lo que es más admirable en ella, es el acto de libertad que le ha llevado a fiarse de Dios y a creer en él.
  • María no sabe hacer más que esto: orar para abandonarse a la voluntad del padre en el silencio.
  • El amor maternal de María la hace estar atenta a los hermanos de su Hijo que continúan su peregrinación de fe y que se encuentran comprometidos en sus pruebas y luchas: ella intercede en su favor. De este modo, su amor maternal se concreta en su presencia a nuestro lado y sobre todo por el poder de su intercesión. Por nuestra parte, nuestro amor filial se expresa por una actitud vigilante para conservar la presencia de María, a través de nuestra acción y de nuestra oración, pero sobre todo por una incansable intercesión que nos mantiene colgados a ella. El amor es el lazo más profundo que tenemos con ella y que se concreta en la intercesión.
  • Una persona me hizo un día esta confidencia; había experimentado una gran conversión con la experiencia sensible de la presencia actuante de María durante algún tiempo. Luego todo se había esfumado, pero permanecía en el fondo de su corazón un apego de fe a María, que se traducía en la recitación continua del Rosario.
  • Al mirar nuestro rostro en el purísimo espejo de la Virgen, descubriremos lo que impide en nosotros la santidad de Dios.
  • Deseo de unificar toda la vida de oración, tanto las horas de oración como la oración difusa a lo largo de la jornada, en torno al Avemaría.
  • No es raro encontrar personas que multiplican los Rosarios o dicen a menudo la oración de Jesús, pero no son hombres de oración porque su corazón no está habitado por un deseo punzante y perseverante de súplica e intercesión.
  • Como dice Cristo: "si no os hacéis como niños no entraréis en el Reino". ¿Habéis caído en la cuenta de que Jesús no contesta inmediatamente a Nicodemo cuando éste le pregunta: "¿Cómo puede uno nacer siendo ya viejo?" sino que le contesta en la cruz. San Juan anota que Nicodemo estaba en el Calvario (Jn 19, 39). Por lo que escuchó lo que le dijo a Juan. "He ahí a tu Madre", en el seno en la cual debes entrar para volver a nacer.
  • Los dones de Dios son gratuitos, pero no son arbitrarios; hay que pedirlos con fe y confianza.
  • Lo que caracteriza a María y también a su oración, es que estuvo siempre centrada en Dios, y por tanto descentrada de sí misma. Este es el sentido de su título de Inmaculada.
  • Podemos como ella retener y meditar en nuestro corazón los acontecimientos de la vida de Jesús y descubrir, a su luz, el sentido de nuestra propia vida.
  • Como nuestros primeros padres, antes de la caída, vivía en familiaridad habitual con Dios. Por eso los Padres de Oriente la llamaron Madre de la oración incesante.
  • El Espíritu que habla dentro, en lo más íntimo del corazón, es también el que habla fuera por los acontecimientos y la Palabra.
  • El consentimiento que da de una vez para siempre al ángel Gabriel no la dispensa de acrisolar su fe al hilo de los acontecimientos de cada día, dando preferencia permanente al pensamiento de Jesús sobre el suyo.
  • Omnipotencia por suplicante.
  • Como María vivía en la misma oscuridad que nosotros, debemos recurrir a ella en todas las dificultades que tocan a la fe. Igual pasa con la perseverancia en la oración; por eso su presencia era indispensable junto a los apóstoles en el Cenáculo.

Invocaciones al Sagrado Corazón de Jesús

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1. Cuore divino di Gesù, che fosti formato dallo Spirito Santo nel seno verginale di Maria Santissima per essere il Cuore dell'Eterno Sacerdote, tutto zelo per la gloria di Dio e l'eterna salute delle anime;
- concedi a noi e a tutti i sacerdoti la grazia che il nostro cuore sia sempre più simile al tuo.

2. Cuore divino di Gesù, che sei profondo abisso di virtù sacerdotali e perciò modello di coloro che per tua degnazione sono tuoi ministri;
- concedi a noi e a tutti i sacerdoti la grazia che, innamorati di tali virtù, le riproduciamo fedelmente e generosamente nel corso della nostra vita.

3. Cuore divino di Gesù, che dal primo istante della tua concezione esercitasti con perfezione infinita gli atti della più profonda e sentita religione verso la Santissima Trinità;
- concedi a noi e a tutti i sacerdoti la grazia che, nell 'adorazione e nel ringraziamento, nella riparazione e nella preghiera, il nostro cuore totalmente consacrato a lei si effonda verso la stessa Trinità.

4. Cuore divino di Gesù, che non contento d'esserti immolato sulla Croce per la gloria del Padre e la salvezza dei fratelli, volesti rinnovare senza posa il medesimo sacrificio sugli altari del mondo;
- concedi a noi e a tutti i sacerdoti la grazia che, a tua imitazione, siamo pronti a sacrificare tutto, anche la vita, per vedere salvato un numero maggiore di fratelli, e Dio sempre più glorificato.

5. Cuore divino di Gesù, che hai voluto essere trafitto sulla croce dalla lancia del soldato perchè la ferita visibile ci manifestasse la ferita invisibile, anche più profonda e sanguinante, prodotta da ingratitudini, disprezzi, sacrilegi e freddezze da parte delle anime a te consacrate;
- concedi a noi e a tutti i sacerdoti la grazia che, sempre lontani dall' accrescere col peccato e con l'infedeltà l'intimo tuo dolore, ti offriamo una degna riparazione.

6. Cuore divino di Gesù, che sei inesauribile fonte di vita e di santità;
- concedi a noi e a tutti i sacerdoti la grazia di attingere abbondantemente alle tue sorgenti affinchè, come esige la nostra vocazione, diventiamo veramente santi per cooperare, con i mezzi più efficaci, alla santificazione di coloro che ci hai affidato.

7. Cuore divino di Gesù, che nell'eccesso della tua infinita carità volesti rimanere con noi nella Santissima Eucaristia, per essere il nostro paradiso in terra e per prepararci nell 'esercizio della fede e dell’amore, alla gioia del cielo;
- concedi a noi e a tutti i sacerdoti che, dopo aver trovato nel tuo divin Sacramento la forza e la consolazione di servirti in vita, veniamo a farti corona nel cielo, dove sarai in eterno la letizia di tutti i Santi.

A María, Madre del Sacerdote

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Raccolti attorno a te, o Maria, vergine immacolata, con gioia ti proclamiamo "Madre del Sacerdote" e invochiamo il tuo aiuto.

Tu sei la Madre di Cristo, unico ed eterno Sacerdote, fonte e pienezza del sacerdocio per tutto il popolo di Dio.

La tua maternità divina ti ha chiamata, accanto alla croce, ad unirti in maniera unica all'offerta immacolata che Cristo tuo figlio ha fatto al Padre.

In quell' ora suprema Gesù ti ha affidato, nel discepolo Giovanni, particolarmente i ministri sacri.

Per questo, invocandoti come Madre del Sacerdote, ti preghiamo di accogliere nel tuo cuore e di proteggere tutti i ministri della Chiesa.

Mostrati madre a tutti i sacerdoti: conferma nell'amore i ferventi, consola coloro che sono nella tribolazione, ridona il fervore a coloro che sono stanchi, sii vicina a quelli che hanno il cuore ferito, perche tutti rimangano o ritornino al Cuore sacerdotale del tuo figlio, accompagna quelli che lasciano il ministero, perche continuino a credere nel suo amore.

Tieni a te vicino quelli che il Cuore sacerdotale di Cristo ha chiamato e chiamerà a far parte di questo piccolo gregge: formali alle caratteristiche virtù sacerdotali perché - sull'esempio di Giovanni - possano vivere in profonda comunione con Gesù e con te.

Intercedi, infine, o Madre di misericordia, affinche tutti i sacerdoti, sostenuti sino alla fine dal tuo aiuto, cantino eternamente con te l'inno di lode nella liturgia del cielo.

Amen.

Esas son cosas de mi Madre ...

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Dicen que un día San Pedro andaba de mal humor en el Cielo... Se presentó ante el Señor Jesús y le dijo: Maestro, sabes que se van a cumplir dos mil años que me hiciste "portero" del Cielo al darme las llaves del Reino... Desde entonces no ha entrado aquí nada que no esté más limpio que el sol... En esto soy puntilloso... lo sabes...
-Sí, Pedro, lo sé y te estoy muy agradecido por tu celo en el cuidado del Reino de los Cielos...
-Pues me temo, dijo Pedro, que algo está pasando. Desde mi observatorio de la portería vigilo y he observado que en las avenidas celestes hay caras desconocidas... ¡y lo que es peor, poco limpias!. Hasta los vestidos de algunos bienaventurados dejan que desear...
-Bien Pedro... ¿y qué sugieres?.
-Una investigación de las murallas, porque.... por la portería no han pasado. Tiene que haber "otra puerta" distinta de la mía, Señor.
Y así fue, aquella tarde a la hora de la siesta, Jesús y Pedro se dieron una vuelta por las murallas de jaspe de la Gloria...
Por fin, Pedro triunfante, gritó: Ahí está, Señor, ya lo sabía... ¡mira!. Señalaba, tras un rosal florecido, un hueco del que pendía un rosario que llegaba hasta la Tierra. Y dijo el Señor: "Déjalo Pedro, esas... son cosas de mi Madre".

Consagración de sí mismo a Jesucristo, la sabiduría encarnada, por medio de María.

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-.....¡Oh Sabiduría eterna y encarnada! ¡Oh amable y adorable Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre, Hijo único del Padre Eterno y de María, siempre virgen! Os adoro profundamente en el seno y en los esplendores de vuestro Padre, durante la eternidad, y en el seno virginal de María, vuestra dignísima Madre, en el tiempo de vuestra Encarnación.
.-....Os doy gracias porque os habéis anonadado y tomado la forma de esclavo para sacarme de la cruel esclavitud del demonio.
.Os alabo y glorifico porque os habéis sometido a María, vuestra Santa Madre, en todo, a fin de hacerme por Ella vuestro fiel esclavo. Pero ¡ay! Ingrato e infiel como soy, no he cumplido mis deberes, no he cumplido los votos y promesas que tan solemnemente hice en el bautismo, no he merecido ser llamado vuestro hijo ni vuestro esclavo; y como nada hay en mí que no merezca vuestra repulsa y vuestra cólera, no me atrevo a acercarme por mí mismo a vuestra Santísima y augusta Majestad.
-.....Por esto he recurrido a la intercesión de vuestra Santísima Madre, que Vos me habéis dado como mediadora ante vos, y por este medio espero obtener de Vos la contrición y el perdón de mis pecados, la adquisición y la conservación de la Sabiduría.
.-....Os saludo, ¡oh María Inmaculada!, tabernáculo viviente de la divinidad, en donde la Sabiduría eterna escondida quiere ser adorada por los ángeles y los hombres; os saludo, ¡oh Reina del cielo y de la tierra!, a cuyo imperio está sometido todo lo que hay debajo de Dios. Os saludo, ¡oh refugio seguro de los pecadores!, cuya misericordia no falta a nadie; escuchad los deseos que tengo de la divina Sabiduría y recibid para ello los votos y las ofrendas que mi bajeza os presenta.
.-....Yo, N…...…, pecador(a) infiel, renuevo y ratifico hoy en vuestras manos los votos de mi Bautismo. Renuncio para siempre a Satanás, a sus pompas y a sus obras, y me entrego enteramente a Jesucristo, Sabiduría encarnada, para llevar mi cruz tras El, todos los días de mi vida; y a fin de que sea más fiel de lo que he sido hasta ahora, os escojo hoy, ¡oh, María!, en presencia de toda la corte celestial, por mi Madre y Señora. Os entrego y consagro, en calidad de esclavo, mi cuerpo y mi alma, mis bienes interiores y exteriores, y aun el valor de mis buenas acciones pasadas, presentes y futuras, otorgándoos entero y pleno derecho de mí y de todo lo que me pertenece, sin excepción, a vuestro agrado, a la mayor gloria de Dios, en el tiempo y la eternidad.
.-....Recibid, ¡oh virgen benignísima!, esta pequeña ofrenda de mi esclavitud, en honor y unión de la sumisión que la Sabiduría encarnada quiso observar para con vuestra Maternidad, en homenaje del poder que ambos tenéis sobre este pequeño gusano y miserable pecador, en acción de gracias por los privilegios con que os dotó la Santísima Trinidad. Protesto que en adelante quiero, como verdadero esclavo vuestro, procurar vuestra honra y obedeceros en todo.
-.....¡Oh Madre admirable! Presentadme a vuestro Hijo en calidad de eterno esclavo, a fin de que, pues me rescató por Vos, me reciba de vuestras manos.
-.....¡Oh Madre de misericordia!, concededme la gracia de alcanzar la verdadera sabiduría de Dios, y de colocarme, por tanto, entre los que Vos amáis, enseñáis, guiáis, alimentáis y protegéis como a vuestros hijos y esclavos.
-.....¡Oh Virgen fiel! Hacedme en todo tan perfecto discípulo, imitador y esclavo de la Sabiduría encarnada, Jesucristo, vuestro Hijo, que por vuestra intercesión llegue, a imitación vuestra, a la plenitud de la perfección sobre la tierra y de gloria en los cielos. Así sea.