Ofrecimiento de flores espirituales ♦♦♦♦♦♦ Reflexionar en los principales misterios de la vida de María ♦♦♦♦♦♦ Recordar las apariciones de la Virgen ♦♦♦♦♦♦ Meditar en los cuatro dogmas sobre la Virgen María (Inmaculada Concepción, Maternidad divina, Perpetua virginidad y Asunción al Cielo) ♦♦♦♦♦♦ Recordar y honrar a María como Madre de todos los hombres ♦♦♦♦♦♦ Reflexionar en las principales virtudes de la Virgen ♦♦♦♦♦♦ Vivir una devoción real y verdadera a María (Mirar a María como a una madre, demostrarle nuestro cariño, confiar plenamente en Ella, imitar sus virtudes) ♦♦♦♦♦♦ Rezar en familia las oraciones especialmente dedicadas a María ♦♦♦♦♦♦ Cantar las canciones dedicadas a María

La Cuaresma en la Escuela de María

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Ella nos ofrece el Rosario como libro de texto: recordar, meditar y contemplar la trayectoria del Amor de su Hijo que da su vida por nosotros. Este sería un buen comienzo en nuestro camino hacia la santidad. .

María nos recuerda que todos estamos llamados y obligados a ser santos, a seguir a Cristo pobre, humilde y cargado con la Cruz para merecer la participación de su gloria. Fuimos creados para santificarnos en medio del mundo, "la consecratio mundi", ofreciendo el cumplimiento del deber, las molestias y sufrimientos, los gozos y alegrías... como hostias espirituales, aceptables al Padre por Jesu­cristo en el Espíritu Santo. .

La Virgen nos dice a todos en este tiempo de Cuaresma: “Haced lo que Él os diga” y Él es Jesucristo. Tratemos de escuchar al Señor y hacer lo que Él nos dice.
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. “María, Madre de misericordia, cuida de todos para que no se haga inútil la Cruz de Cristo, para que el hombre no pierda el camino del bien, no pierda la conciencia del pecado y crezca en la esperanza en Dios, “rico en misericordia”, para que haga libremente las buenas obras que El le asignó y, de esta manera, toda su vida sea “un himno a su gloria”. (VS)
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. ¡Que María, Mediadora de todas las Gracias, nos lleve de la mano y nos acompañe durante esta Cuaresma hacia la Pascua para poder contemplar al Señor, Jesucristo Resucitado!

2 de febrero - Purificación de la Virgen Mª

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Este acontecimiento de la Purificación de María es un bello pasaje donde aparece la Virgen María practicando las más hermosas virtudes cristianas :
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- La humildad. María se somete a la ley y se humilla hasta el punto de no aparecer ni como Virgen María ni como madre que concibiera virginalmente. Ella no necesitaba purificarse. ¿De que debía purificarse la Santísima Virgen, que ni tuvo pecado original ni nunca cometió la más leve falta de pecado personal?

- La obediencia. Ella, en realidad no tenía que estar sujeta a la ley de la purificación por haber concebido virginalmente a su hijo, sin embargo obedece con toda docilidad y sumisión.

- La pureza. María, aunque no tiene mancha legal, no duda en purificarse. Nosotros, en cambio, no somos tan diligentes para purificar nuestra conciencia, tantas veces manchada por el pecado y necesitada de perdón y limpieza. Nuestra Señora, en este pasaje, nos alienta a purificar el corazón para que la ofrenda de todo nuestro ser sea agradable a Dios, para que sepamos descubrir a Cristo, nuestra Luz, en todas las circunstancias. Ella quiso someterse al rito común de la purificación ritual, sin tener necesidad alguna de hacerlo, para que nosotros llevemos acabo la limpieza, ¡tan necesaria!, del alma. Su vida inmaculada es una llamada para que nosotros desechemos de nuestro corazón todo aquello que, aunque sea pequeño, nos aleja del Señor. La contemplamos purísima, exenta de toda mancha, y miramos a la vez nuestra vida, las flaquezas, las omisiones, los errores, todo aquello que ha dejado un mal poso en el fondo del alma, heridas sin curar... ¡Tú y yo sí que necesitamos purificación!.

- La pobreza. Las mujeres ricas ofrecían un cordero en la ceremonia de la purificación. María, la sierva humilde del Señor, no teme aparecer en público como pobre, y por esto presenta la ofrenda propia de las familias pobres, consistente en la entrega de dos tórtolas o dos pichones.

Recordando la fiesta de hoy, San Alfonso Mª de Ligorio exponía con una vieja leyenda el poder de intercesión de María. "Se cuenta que Alejandro Magno recibió una carta con una larga lista de acusaciones contra su madre. Después de haberla leído, respondió: ¿Hay acaso alguno que ignore aún que basta una sola lágrima de mi madre para lavar mil cartas de acusación?. Y pone estas palabras en boca de Jesús: ¿No sabe el diablo que una simple oración de mi Madre, hecha en favor de un pecador, es suficiente para que me olvide de las acusaciones que sus faltas levantan contra él?. Y concluye: Dios había prometido a Simeón que no había de morir antes de ver al Mesías. Pero esta gracia la alcanzó sólo por medio de María, porque sólo en sus brazos halló al Salvador. Por consiguiente, el que quiera hallar a Jesús, debe buscarlo por medio de María. Acudamos a esta divina Madre, y acudamos con gran confianza, si deseamos hallar a Jesús".