Ofrecimiento de flores espirituales ♦♦♦♦♦♦ Reflexionar en los principales misterios de la vida de María ♦♦♦♦♦♦ Recordar las apariciones de la Virgen ♦♦♦♦♦♦ Meditar en los cuatro dogmas sobre la Virgen María (Inmaculada Concepción, Maternidad divina, Perpetua virginidad y Asunción al Cielo) ♦♦♦♦♦♦ Recordar y honrar a María como Madre de todos los hombres ♦♦♦♦♦♦ Reflexionar en las principales virtudes de la Virgen ♦♦♦♦♦♦ Vivir una devoción real y verdadera a María (Mirar a María como a una madre, demostrarle nuestro cariño, confiar plenamente en Ella, imitar sus virtudes) ♦♦♦♦♦♦ Rezar en familia las oraciones especialmente dedicadas a María ♦♦♦♦♦♦ Cantar las canciones dedicadas a María

ECOS DE FÁTIMA 04

3ª APARICIÓN DEL ÁNGEL

(Otoño de 1916. Gruta do Cabeço, Aljustrel)


Desde que el ángel les enseña la oración de reparación, ellos la repiten postrados en tierra siempre que encuentran un momento. En uno de esos momentos aparece el ángel, esta vez con un cáliz en la mano izquierda y suspendida sobre él la Hostia de la que caen gotas de sangre. Dejando el cáliz suspendido en el aire se postra y él mismo repite la oración tres veces : “Santísima Trinidad, Padre, Hijo y ...” Da la Hostia a Lucía y el cáliz a Francisco y Jacinta, diciéndoles : “Tomad el Cuerpo y bebed la Sangre de Jesucristo, horriblemente ultrajado por los hombres ingratos. Reparad sus crímenes y consolad a vuestro Dios”

Es una gran lección de lo que significa una “comunión reparadora”, recibir al Señor con una disposición interior auténtica de reparar tanta falta de amor, tanta indiferencia, tanto pecado, tantas faltas de disposición interior, de delicadeza al recibirlo y tratarlo... a la vez que intenta ser consuelo frente a todo esto que tanto hiere el Corazón traspasado de Cristo.

Como le diría el Señor a Sta. Margarita en el siglo XVII : “He aquí este Corazón que tanto ha amado a los hombres y sólo recibe de ellos ingratitud y desprecios... al menos tú ámame...”

¿Qué mejor reparación que seguir las inspiraciones de la Señora y del Señor : “Haced lo que Él os diga”, “Haced esto en memoria mía”? Que Ella nos conceda un Corazón como el Suyo para reparar y consolar el Corazón cansado del Hijo tras andar por tantos caminos mendigando un poco de amor. Que nuestro corazón, como el de la Madre, sepan ser otro Betania donde pueda descansar de sus ansias redentoras de Buen Pastor. “Pastor bonus, panis vere, Iesu, nostri miserere...”

En las apariciones del ángel sentían paz y felicidad interior y también un gran abatimiento físico. Sin embargo, cuando se aparezca la Señora esto cambiará en un gran entusiasmo comunicativo.

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