PEREGRINOS DE FÁTIMA (IV)
Peregrino del Camino de Santiago
10 de Enero de 2005
Curiosamente, no tengo gran cosa que decir después de dos meses y medio de peregrinación desde Paris hasta Santiago.
¿Puede ser que mi Camino no esté todavía terminado y que sé que voy a continuar en peregrinación hasta Fátima?.
¿Podría ser quizás que las emociones y los sentimientos interiores que atraviesan el alma son del orden de lo íntimo y que no pueden, ni deben, tener publicidad?
¿Podría ser un signo de que la peregrinación es una aventura interior, íntima a veces, personal, que hay que traducir a la vida en actos verdaderos y auténticos sin usar necesariamente palabras?
Como quiera que sea, la peregrinación me ha permitido encontrarme delante de la Tumba de un Apóstol de Cristo y se trata, por lo tanto, de saber sacar partido de este bien privilegiado y de las gracias que lo rodean.
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