Cómo no amarte es el reconocimiento del acompañamiento de María como
Madre en cada una de nuestras vidas. Cuando volvemos nuestros ojos a Ella, nos damos cuenta de que hay múltiples razones por las cuales
admirarla, amarla y venerarla. María es el mejor ejemplo a seguir, el
mejor apóstol. Ella no vaciló en ningún momento, ni puso en tela de
juicio la voluntad del Señor, vivió la alegría y la profunda tristeza en
el silencio. Invita a no causarle más dolor a su Inmaculado Corazón y a
aceptarle en nuestra casa como bien le dijo Jesús a su discípulo amado y
hoy nos dice a nosotros en Jn 19,25-27: "Mujer, he ahí a tu hijo". Y
después dijo al discípulo: He ahí a tu madre". De su mano aprenderemos a
ser fieles al Señor y a crecer en la fe, la esperanza y la caridad.
Regocíjate,
hija de Sión; grita de júbilo, Israel; alégrate y gózate de todo
corazón, Jerusalén. El Señor ha cancelado tu condena, ha expulsado a tus
enemigos. El Señor será el rey de Israel, en medio de ti, y ya no
temerás. Aquel día dirán a Jerusalén: "No temas, Sión, no desfallezcan
tus manos. El Señor, tu Dios, en medio de ti, es un guerrero que salva.
Él se goza y se complace en ti, te ama y se alegra con júbilo como en
día de fiesta." Apartaré de ti la amenaza, el oprobio que pesa sobre ti...
(Sof. 3, 14-18)
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