Ofrecimiento de flores espirituales ♦♦♦♦♦♦ Reflexionar en los principales misterios de la vida de María ♦♦♦♦♦♦ Recordar las apariciones de la Virgen ♦♦♦♦♦♦ Meditar en los cuatro dogmas sobre la Virgen María (Inmaculada Concepción, Maternidad divina, Perpetua virginidad y Asunción al Cielo) ♦♦♦♦♦♦ Recordar y honrar a María como Madre de todos los hombres ♦♦♦♦♦♦ Reflexionar en las principales virtudes de la Virgen ♦♦♦♦♦♦ Vivir una devoción real y verdadera a María (Mirar a María como a una madre, demostrarle nuestro cariño, confiar plenamente en Ella, imitar sus virtudes) ♦♦♦♦♦♦ Rezar en familia las oraciones especialmente dedicadas a María ♦♦♦♦♦♦ Cantar las canciones dedicadas a María

Consagraciones a la Virgen María

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Se podría afirmar que no hay santo en la Historia de la Iglesia que no se haya consagrado a la Virgen en algún momento de su vida, y por lo tanto podemos deducir así mismo que todas las “luces” y “gracias” necesarias para alcanzar la santidad las han recibido por su maternal intercesión.
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Por eso hoy te invito a escoger -independientemente de tu situación, necesidad o estado de vida- la consagración que más te agrade.
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Y un consejo... No esperes a mañana para recurrir ante Ella, porque al ser la OMNIPOTENCIA SUPLICANTE es así mismo la MADRE DE TODAS LAS GRACIAS.
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Como deduce tan bellamente San Bernardo en sus Sermones sobre la Virgen María, qué mejor camino para "devolver" al Señor un poco de nuestro pobre amor que utilizar la misma vía, el mismo canal, por el que Él mismo quiso entregar al hombre todo el Amor de un Dios : María.
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¿Y aún estamos devanándonos el cerebro para ver cómo y de qué manera entregamos nuestra vida al Señor?... ¿ALGUIEN NECESITA MÁS PISTAS???
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MUY IMPORTANTE : Al ser un blog que pretende ante todo fomentar esta FORMA DE VIDA, que no es otra que no saber VIVIR SIN ELLA, también sería bueno que todos podamos enriquecernos aportando al blog nuestro propio testimonio, tanto de cómo ha sido el proceso para llegar a una consagración total de la vida al Señor a través de Ella, como de las fórmulas tan bellas que se han podido usar por cada persona.
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Aquí iremos recogiendo las huellas a través del tiempo de aquellos que han sabido fiarse a través de la Historia, así como las diversas formas y fórmulas que utilizaron para hacerlo.
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- LA CONSAGRACIÓN MÁS ANTIGUA A LA VIRGEN MARÍA :
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Según estudios del P. Aldano, la fórmula más antigua, que primitivamente usaba Juan de Leunis es ésta:
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“Santísima Virgen y Madre de Dios, María, Yo, (...) te escojo por Señora, Abogada y Madre, y propongo firmemente servirte siempre en adelante y, en cuanto de mí dependa, procurar seas de todos fielmente servida. Asísteme en todas mis acciones y alcánzame gracias para que de tal manera, rija mis palabras, obras y pensamientos, que nunca ofendan tus ojos ni los de tu Santísimo Hijo”.
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-LA CONSAGRACIÓN MÁS FAMOSA A LA VIRGEN MARÍA :
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Conocida por “oración eficacísima”, sigue siendo la más usada hasta nuestros días. Su gran difusor y propagador fue el P. Zucchi :
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“¡Oh Señora mía, oh Madre mía!, Me ofrezco del todo a vos y en prueba de mi filial afecto, os consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón y todo mi ser. Ya que soy todo vuestro, Oh Madre de bondad, guardadme y defendedme como cosa y posesión vuestra”.
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Continuará . . .

Ofrecimiento al Corazón de Jesucristo

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________________________________San Claudio de la Colombière
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. Adorable y amable Corazón de Jesús, en reparación de tantos pecados e ingratitudes y para evitar que yo caiga en tal desgracia, te ofrezco mi corazón con todos los sentimientos de que es capaz y me entrego todo a Ti.
. Con la mayor sinceridad (al menos así lo espero) desde este momento deseo olvidarme de mí mismo y de cuanto pueda tener relación conmigo, para eliminar todo obstáculo que pueda impedirme entrar en tu Corazón divino que has tenido la bondad de abrirme y en el que ansío entrar junto con tus servidores más fieles, para vivir y morir invadido e inflamado por tu amor...
. Sagrado Corazón de Jesús, enséñame a olvidarme enteramente de mi, ya que éste es el único camino para entrar en Ti. Y puesto que cuanto haré en adelante será tuyo, haz que no realice nunca nada que no sea digno de Ti.
. Enséñame qué debo hacer para llegar a la pureza de tu amor, del que me has infundido tan gran deseo. Experimento una gran voluntad de complacerte, pero al mismo tiempo me veo en la imposibilidad de realizarlo sin tu luz especial y tu ayuda.
. Cumple en mí tu voluntad incluso contra mi querer.
. A Ti corresponde, Corazón divino de Jesús, cumplirlo todo en mí; y de este modo, si llego a santo, tuya será la gloria de mi santificación. Para mí esto es más claro que la luz del día, pero para Ti será una magnífica gloria. Sólo para esto deseo la perfección.
Amén.

Acto de Confianza en Dios

_____________________________________San Claudio de la Colombière
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. Dios mío, estoy tan persuadido de que veláis sobre todos los que en Vos esperan y de que nada puede faltar a quien de Vos aguarda toda las cosas, que he resuelto vivir en adelante sin cuidado alguno, descargando sobre Vos todas mis inquietudes. Mas yo dormiré en paz y descansaré; porque Tú ¡Oh Señor! Y sólo Tú, has asegurado mi esperanza.
. Los hombres pueden despojarme de los bienes y de la reputación; las enfermedades pueden quitarme las fuerzas y los medios de serviros; yo mismo puedo perder vuestra gracia por el pecado; pero no perderé mi esperanza; la conservaré hasta el último instante de mi vida y serán inútiles todos los esfuerzos de los demonios del infierno para arrancármela. Dormiré y descansaré en paz.
. Que otros esperen su felicidad de su riqueza o de sus talentos; que se apoyen sobre la inocencia de su vida, o sobre el rigor de su penitencia, o sobre el número de sus buenas obras, o sobre el fervor de sus oraciones. En cuanto a mí, Señor, toda mi confianza es mi confianza misma. Porque Tú, Señor, solo Tú, has asegurado mi esperanza.
. A nadie engañó esta confianza. Ninguno de los que han esperado en el Señor ha quedado frustrado en su confianza.
_ Por tanto, estoy seguro de que seré eternamente feliz, porque firmemente espero serlo y porque de Vos ¡oh Dios mío! Es de Quien lo espero. En Ti esperé , Señor, y jamás seré confundido.
. Bien conozco ¡ah! Demasiado lo conozco, que soy frágil e inconstante; sé cuanto pueden las tentaciones contra la virtud más firme; he visto caer los astros del cielo y las columnas del firmamento; pero nada de esto puede aterrarme. Mientras mantenga firme mi esperanza, me conservaré a cubierto de todas las calamidades; y estoy seguro de esperar siempre, porque espero igualmente esta invariable esperanza.
. En fin, estoy seguro de que no puedo esperar con exceso de Vos y de que conseguiré todo lo que hubiere esperado de Vos. Así, espero que me sostendréis en las más rápidas y resbaladizas pendientes, que me fortaleceréis contra los más violentos asaltos y que haréis triunfar mi flaqueza sobre mis más formidables enemigos. Espero que me amaréis siempre y que yo os amaré sin interrupción ; y para llevar de una vez toda mi esperanza tan lejos como puedo llevarla, os espero a Vos mismo de Vos mismo ¡oh Creador mío! Para el tiempo y para la eternidad.
Así sea.

Decálogo de un día feliz

___________________________________________________ Paco Cerro.
1. Hoy seré todo lo feliz que pueda.
2. No me llevaré más disgustos que los que no tenga más remedio.
3. No pensaré en aquellas cosas que dejan mi alma sin esperanza.
4. Lo veré todo como un regalo, que hay que saber descubrir.
5. Me convenceré de que la felicidad tiene mucho que ver con vivir con bondad de corazón.
6. Me reconciliaré con todas mis deficiencias.
7. Nunca me cargaré con aquello que no pueda soportar.
8. Aceptaré una por una mis limitaciones.
9. Sabré que mientras hay vida, hay esperanza.
10. Gustaré en cada momento los mejores instantes del día

Decálogo de la SERENIDAD

_________________________________________________Papa Juan XXIII.
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1. Sólo por hoy trataré de vivir exclusivamente el día, sin querer resolver el problema de mi vida todo de una vez.
2. Sólo por hoy tendré el máximo cuidado de mi aspecto: cortés en mis maneras, no criticaré a nadie y no pretenderé mejorar o disciplinar a nadie, sino a mí mismo.
3. Sólo por hoy seré feliz en la certeza de que he sido creado para la felicidad, no sólo en el otro mundo, sino en éste también.
4. Sólo por hoy me adaptaré a las circunstancias, sin pretender que las circunstancias se adapten todas a mis deseos.
5. Sólo por hoy dedicaré diez minutos de mi tiempo a una buena lectura; recordando que, como el alimento es necesario para la vida del cuerpo, así la buena lectura es necesaria para la vida del alma.
6. Sólo por hoy haré una buena acción y no lo diré a nadie.
7. Sólo por hoy haré por lo menos una cosa que no deseo hacer; y si me sintiere ofendido en mis sentimientos, procuraré que nadie se entere.
8. Sólo por hoy me haré un programa detallado. Quizá no lo cumpliré cabalmente, pero lo redactaré. Y me guardaré de dos calamidades: la prisa y la indecisión.
9. Sólo por hoy creeré firmemente – aunque las circunstancias demuestren lo contrario – que la buena providencia de Dios se ocupa de mí como si nadie existiera en el mundo.
10. Sólo por hoy no tendré temores. De manera particular no tendré miedo de gozar de lo que es bello y de creer en la bondad.

Reglas para una vida más fácil ...

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La vida sería tan fácil si todos tuviéramos siempre en cuenta estas sencillas reglas :

Si abriste, cierra.
Si encendiste, apaga.
Si conectaste, desconecta.
Si desordenaste, ordena.
Si ensuciaste, limpia.
Si rompiste, arregla.
Si no sabes arreglar, busca a quien sepa.
Si no sabes qué decir, cállate.
Si debes usar algo que no te pertenece, pide permiso.
Si te prestaron, devuelve.
Si no sabes cómo funciona, no toques.
Si es gratis, no lo desperdicies.
Si no es asunto tuyo, no te entrometas.
Si no sabes hacerlo mejor, no critiques.
Si no puedes ayudar, mejor no molestes.
Si prometiste, cumple.
Si ofendiste, discúlpate.
Si no sabes, no opines.
Si opinaste, hazte cargo.
Si algo te sirve, trátalo con cariño.
Y si no puedes hacer lo que quieres,trata de querer lo que haces.

"No te ahogues en un vaso de agua"

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APRENDE A REACCIONAR DE FORMA POSITIVA.
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- Pensamientos de Richard Carlson -
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1.- No sufras por pequeñeces
2.- Haz las paces con la imperfección (no centrarse en las cosas o aspectos negativos)
3.- Abandona la idea de que las personas dulces y relajadas no pueden ser grandes triunfadores
4.- Toma conciencia del efecto de bola de nieve de tus pensamientos
5.- Desarrolla el sentido de la compasión
6.- Recuerda que cuando mueras, tu "carpeta de cuestiones pendientes" no estará vacía
7.- No interrumpas a los demás ni acabes sus frases
8.- Haz algo bueno por otra persona... Y no se lo digas a nadie
9.- Deja que los demás se lleven la gloria
10.- Aprende a vivir el momento presente
11.- Imagina que todo el mundo es preclaro, excepto tú
12.- Permite que los demás tengan "razón" en la mayoría de las ocasiones
13.- Se más paciente
14.- Establece "periodos de práctica de la paciencia"
15.- Se el primero en actuar afectuosamente o tender la mano
16.- Plantéate la pregunta: ¿tendrá esto importancia dentro de un año?
17.- Ríndete al hecho de que la vida no es justa
18.- Permítete estar aburrid@
19.- Disminuye tu tolerancia para el estrés
20.- Una vez por semana escribe una carta cordial
21.- Imagínate que asistes a tu propio funeral
22.- Repite para ti mismo: "La vida no es una emergencia"
23.- Experimenta con tu "fuego lento"
24.- Dedica un momento cada día a pensar en alguien a quien darle las gracias
25.- Sonríe a los desconocidos, mírales a los ojos y salúdales
26.- Dedica un rato cada día al silencio
27.- Imagínate a las persona de tu vida como niños muy pequeños y como adultos de cien años de edad a la vez
28.- Procura comprender primero
29.- Aprende a escuchar
30.- Escoge tus batallas con sabiduría
31.- Toma conciencia de tus estados anímicos y no te dejes llevar de los momentos malos
32.- La vida es una prueba. Sólo es una prueba
33.- Los elogios y las acusaciones son lo mismo
34.- Practica actos de amabilidad espontáneos
35.- Mira más allá de lo que se ve a simple vista
36.- Aprende a ver la inocencia en las actitudes de los demás
37.- Siempre es preferible ser amable que tener razón

El Rosario, camino de oración ...

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REFLEXIONES SOBRE LA LECTURA DEL LIBRO

"El Rosario. Un camino hacia la oración incesante" de J. Lafrance

  • En cuanto a los que no han hecho la experiencia, que acepten no juzgar demasiado deprisa y se pongan a orar a la Virgen recitando con humildad el Rosario; no tardarán en experimentar la presencia de María en toda su vida. Pues esta es la paradoja que ha hecho nacer este libro: no hay ninguna proporción entre lo que podemos hacer: rezar sencillamente el Rosario - yo diría, recitarlo materialmente -, y lo que es una gracia del Espíritu: "que ella esté too el tiempo con nosotros".
  • Es un hecho de experiencia que cuando una persona reza el Rosario con confianza y perseverancia, pronto o tarde, siente nacer en su corazón la oración incesante del Espíritu.
  • Cuando no se puede hacer de la oración un asunto de calidad, dice Anthony Bloom, hay que hacer de ella un asunto de cantidad. Dios se encargará de darle forma; nosotros, encarguémonos de la materia. Poco importa que lo digamos bien o mal, que tengamos más o menos distracciones y que no sepamos ya donde estamos; desde el momento en que lo rezamos con María y en ella, estamos en el camino de la oración incesante.
  • Fue la Virgen la que obtuvo para los apóstoles en el Cenáculo la gracia de permanecer y perseverar en la oración, esperando la venida del Espíritu Santo. Es hacia ella donde tenemos que volvernos hoy para obtener el don de la súplica continua.
  • Pero lo que es más admirable en ella, es el acto de libertad que le ha llevado a fiarse de Dios y a creer en él.
  • María no sabe hacer más que esto: orar para abandonarse a la voluntad del padre en el silencio.
  • El amor maternal de María la hace estar atenta a los hermanos de su Hijo que continúan su peregrinación de fe y que se encuentran comprometidos en sus pruebas y luchas: ella intercede en su favor. De este modo, su amor maternal se concreta en su presencia a nuestro lado y sobre todo por el poder de su intercesión. Por nuestra parte, nuestro amor filial se expresa por una actitud vigilante para conservar la presencia de María, a través de nuestra acción y de nuestra oración, pero sobre todo por una incansable intercesión que nos mantiene colgados a ella. El amor es el lazo más profundo que tenemos con ella y que se concreta en la intercesión.
  • Una persona me hizo un día esta confidencia; había experimentado una gran conversión con la experiencia sensible de la presencia actuante de María durante algún tiempo. Luego todo se había esfumado, pero permanecía en el fondo de su corazón un apego de fe a María, que se traducía en la recitación continua del Rosario.
  • Al mirar nuestro rostro en el purísimo espejo de la Virgen, descubriremos lo que impide en nosotros la santidad de Dios.
  • Deseo de unificar toda la vida de oración, tanto las horas de oración como la oración difusa a lo largo de la jornada, en torno al Avemaría.
  • No es raro encontrar personas que multiplican los Rosarios o dicen a menudo la oración de Jesús, pero no son hombres de oración porque su corazón no está habitado por un deseo punzante y perseverante de súplica e intercesión.
  • Como dice Cristo: "si no os hacéis como niños no entraréis en el Reino". ¿Habéis caído en la cuenta de que Jesús no contesta inmediatamente a Nicodemo cuando éste le pregunta: "¿Cómo puede uno nacer siendo ya viejo?" sino que le contesta en la cruz. San Juan anota que Nicodemo estaba en el Calvario (Jn 19, 39). Por lo que escuchó lo que le dijo a Juan. "He ahí a tu Madre", en el seno en la cual debes entrar para volver a nacer.
  • Los dones de Dios son gratuitos, pero no son arbitrarios; hay que pedirlos con fe y confianza.
  • Lo que caracteriza a María y también a su oración, es que estuvo siempre centrada en Dios, y por tanto descentrada de sí misma. Este es el sentido de su título de Inmaculada.
  • Podemos como ella retener y meditar en nuestro corazón los acontecimientos de la vida de Jesús y descubrir, a su luz, el sentido de nuestra propia vida.
  • Como nuestros primeros padres, antes de la caída, vivía en familiaridad habitual con Dios. Por eso los Padres de Oriente la llamaron Madre de la oración incesante.
  • El Espíritu que habla dentro, en lo más íntimo del corazón, es también el que habla fuera por los acontecimientos y la Palabra.
  • El consentimiento que da de una vez para siempre al ángel Gabriel no la dispensa de acrisolar su fe al hilo de los acontecimientos de cada día, dando preferencia permanente al pensamiento de Jesús sobre el suyo.
  • Omnipotencia por suplicante.
  • Como María vivía en la misma oscuridad que nosotros, debemos recurrir a ella en todas las dificultades que tocan a la fe. Igual pasa con la perseverancia en la oración; por eso su presencia era indispensable junto a los apóstoles en el Cenáculo.